martes, mayo 29, 2012

APOYEMOS A BENEDICTO XVI EN SU GETSEMANÍ

Si por algo se caracteriza para nosotros Getsemaní es por la soledad (a pesar de estar acompañado) y por la traición (a pesar de los juramentos repetidos de lealtad) sufridos por Jesús.


Es un momento de sufrimiento interior encarnado en lo más profundo del ser y la persona de Jesús.

Lo mismo debe estar sufriendo en estas horas aciagas el Santo Padre Benedicto XVI. Aquél que le cargaba hasta el paaraguas fue el que le terminó traicionando, dejando ver la fragilidad de los colaboradores directos del Papa.

Más aún, es la punta de un iceberg que parece tener una sola meta: Dejar en claro que Benedicto XVI no puede seguir dirigiendo la barca de Pedro, porque no puede controlar la situación interna vaticana, no puede controlar el IOR, no puede...

Es una estrategia insidiosa de aquellos que no lo quieren como Sucesor de Pedro, que pensaban que 'duraba 2 o 3 años' como dijo por allí un cardenal luego de su elección.

Y es el que el Papa, como defensor y predicador de la Verdad, tiene que sufrir esto. Cada buen antecesor suyo lo vivió.

Pero la situación actual es diferente. Estamos ante un Papa en el Getsemaní, que busca ser entregado a sus perseguidores y enemigos, no físicamente quizá, sino más bien destruido moralmente.

Son momentos aciagos y dolorosos para el Santo Padre.

Hagamos lo que nos toca para que el Otro no triunfe y que la purificación y sacudida violenta que sufre la barca de Pedro, conduzca a la Iglesia a esas aguas quietas y tranquilas cuando Cristo le diga al viento 'Cállate'.

Los invitamos a hacer oración y sacrificios por esta intención, para que el Santo Padre no se sienta solo en un entorno enrarecido en el que la confianza se resquebraja y la traición asoma con peor cara.



Dr. Daniel Sanabria

Coordinador de la RPCM y RLCDP.