miércoles, julio 08, 2015

¿Tortura, asesinatos extrajudiciales y vuelos de la muerte en el Golfo de México hoy?

Aparentemente lo sucedido en Tlataya (Edo. de México) hace un año, no es más que un eslabón de una cadena de tortura/muerte/desaparación de personas en el México de hoy.
Hace tiempo corren los rumores de vuelos de la muerte en el Golfo, pero no había indicios al respecto. Se sabía que los detenidos llevados a los cuarteles aparecían a veces sí y a veces no.
Se sabía que no los llevaban para tomar un café, pero tampoco lo es en la PGR...
El hecho es que los indicios de detenciones sin entrega y proceso judicial posterior, y la desaparición de personas, siempre supuestamente delincuentes o personas al servicio del crimen organizado, no eran y no son secreto en el Noreste de México.
Alguien se allega al Aeropuerto del Norte (Apodaca) para culminar unos pendientes. Allí, a una pista, llega un Hercules de la Fuerza Aérea.
Bajan hombres de las Fuerzas Armadas. Suben bolsas negras, muchas.
El individuo se queda mirando y pregunta a un acompañante. ¿Qué llevan allí?. La respuesta: "Ni voltees... allí ponen los restos de los que matan y luego los tiran al mar..."
Es un testimonio. Alguien puede tomarlo como un cuento. Alguien puede argüir que no es justo exponer a las Fuerzas Armadas a la sospecha continua en una lucha, una guerra, en que no todo es lo que debiera ser (=guerra sucia).
Y si, es casi una anécdota, pero es un indicio (RAE: "Cantidad pequeñísima de algo, que no acaba de manifestarse como mensurable o significativa") de que algo huele a podrido en Dinamarca...
Pero además debemos aclarar que en Estado de Derecho, todos debemos de sujetarnos a él. En Estados de Hecho o de Excepcionalidad, se suspenden las garantías individuales y las cosas cambian. En México hay un Estado de Derecho vigente y todos debemos de sujetarnos a las leyes vigentes.
Así las cosas, Tlataya aparece como la punta de un iceberg que deberá algún día de investigarse a fondo y aclararse.
De otro modo el país no puede cambiar...


Fuentes anónimas.