sábado, enero 25, 2025

Año Jubilar: Renovar la Esperanza

 


Este es un Año de Gracia, que ha comenzado de manera dramática con incendios y grandes tormentas de nieve, con crisis en muchos países de todo tipo. Aún así en este ambiente al precer totalmete caótico en donde la cultura de la muerte enarbola sus banderas con todo vigor, se da este período en el que estamos llamados a reavivar la Esperanza. 

En él se dan signos como el de la tregua en Gaza (con liberación de rehenes y presos de ambos bandos en pugna), como la liberación de presos cubanos y la conmutación de penas de muerte en Estados Unidos,

Estas noticias no son tan difundidas como las primeras mencionadas, pero no dejan de ser aliciente en este mundo en el que vivimos y ante novedades tan negativas que solemos recibir por medios de comunicación a los que les cuesta encontrar lo bueno que se da todos los días y también reportarlo.

La esperanza es una virtud teologal, probablemente la ¨cenicienta¨ de las 3, pues la fe y la caridad suelen ser más anunciadas, explicadas, habladas y conversadas.

Esto quizá sucede por su ¨intangibilidad¨ si se me permite el término: Esperanza es lo que puede llegar o no, pero es lo esperado. Pero no por ello debe de dejar de practicarse, sin ingenuidades ni irrealismos, pero debe de practicarse por parte de aquellos que nos decimos seguidores de Jesús.

No podemos desdeñar la esperanza pues Cristo ya ha vencido al pecado y la muerte, y ya ha transformado la historia. Por ello decir que estamos peor que en la época del Diluvio parece más bien una hipérbole al menos: Cristo es la diferencia entre aquel tiempo y este. Pero un Cristo Resucitado, que ha regenerado el mundo y la vida, abriéndonos las puertas del Paraíso.

Aunque la mayor parte del mundo brame, desprecie o incluso ignore esto, no quiere decir nada ante la potencia de Aquel que todo lo ha transformado y ordenado a la Gloria del Padre.

Por ello, los anuncios catastróficos, de grandes castigos provenientes de ciertas revelaciones privadas que se suelen encontrar en Internet (a veces creemos más en ellos que en la propia Palabra de Dios), no deben de ser tomadas más que como acicate a la oración y la práctica ante todo de la vida cristiana, dar testimonio de Jesús y anunciar el Evangelio a todos, prácticando obras de caridad y misericordia a gran escala y con el lema del Apóstol: ¨La caridad de Cristo nos urge¨ (2Cor. 5,14)

Lo demás sale sobrando si tenemos la esperanza puesta en Jesús, nuestra Fuerza, en el Espíritu nuestra Guía, en el Padre, por el que tenemos Vida. Lo demás es distracción del Enemigo, que quiere nos paralicemos de miedo y no salgamos valientemente de nostros mismos a construir ese Reino que está y no está, pero al que hay que contribuir.

Allí está la tarea por delante ¨La Mies es mucha y los Obreros pocos¨ (Mt., 9,37). Que nuestra buena Madre del Cirlo, la Virgen de la Esperanza, nos ayude en este gran cometido.


Dr, Daniel Jorge Sanabria Barrios

Coordinador general de la RPC