Hago un llamado humilde a todos los amigos, colegas
, hermanos en la fe, que leen estas sencillas líneas para que estas semanas
supliquen a Dios Nuestro Señor para que el Espíritu Santo sople en el próximo
Cónclave de los Cardenales que elegirá el próximo Papa.
Esta elección es clave y decisiva porque bien
sabemos que poderosas fuerzas pugnan por socavar la verdadera fe con la excusa
de que la Iglesia se debe de adaptar al mundo en el que vivimos.
El
pequeño detalle que esa adaptación implica casi renunciar a cumplir de manera
honesta todos los Mandamientos de la Ley de Dios y sujetar la fe a los vaivenes
de un mundo muy lejano a Dios.
Desafortunadamente el espíritu del mundo más
materialista y hedonista ha entrado “hasta la cocina de la Iglesia” y la
amenaza profundamente en su unidad de fe.
Por ello
pedimos Misas, rosarios, oraciones, penitencias y sacrificios ofrecidos a Dios
estas semanas de Cuaresma para que no permita que prevalezcan aquellos que
buscan el aplauso, como recordaba Benedicto XVI el Miércoles de Ceniza pasado en
su última homilía como Papa. Esos tales son los representantes de la hipocresía
religiosa, la misma que condenó a Jesús a muerte.
Supliquemos
a María, Madre de la Iglesia, asista y proteja a los Cardenales de la tentación
en la que se pueden ver envueltos ante la manipulación de la opinión pública,
de los grandes medios de comunicación y los ejes de un poder mundial que
quieren ver por los suelos a la Iglesia,
para hacer más fáciles sus caminos de dominación y destrucción mundial.
Que el
Espíritu Santo prevalezca en la hora suprema de la elección, sabiendo que nada
fácil será el camino para el nuevo Pontífice, al que tendremos que apoyar de
manera denodada, muchísimo más que a Benedicto XVI, para que la barca salga
adelante ante los barcos enemigos que buscan destruirla y hundirla,
Dr. Daniel Sanabria
Coordinador de la RPC y de la RLCDP
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