Por Daniel Jorge Sanabria Barrios
Iniciador de la Red de Profesionistas Católicos
Lo que viene sucediendo en los Estados mexicanos es la antología del disparate en cuanto a la despenalización del aborto.
Estados que pasan de un momento a otro a tener protegida la vida desde la concepción hace muchos años en su Constitución local, para pasar a eliminarla y luego eliminar el delito de aborto hasta las 12 semanas de gestación de los Códigos Penales (aunque también ha habido excepción en esto tan básico).
Sin argumentos, sin discusión, sin apertura a los expertos, mneos a las organizaciones de la sociedad civil que luchan con sus propios medios para salvar las vidas de muchos niños y sus mamás.
En lo ¨oscurito¨ a veces, con egaños y mentiras, en cobardía, en sesiones cerradas o votaciones a deshoras y secretas, yendo contra el debido proceso legislativo a menudo.
Hay una coleción de situaciones que hablan a las claras que no hay argumentos más que, según algunos, homologar una sentencia de la SCJN acerca de una resolución sobre una acción de inconstitucionalidad en septiuembre de 2017, que también fue en el sentido opuesto al que la Corte había adoptado por décadas, dejando de lado la autonomía legislativa de los Estados en el tema.
En otros caso hablan de un supuesto derechos al aborto, que hasta ahora solo ha adoptado un país como Francia sin ton ni son en su Constitución.
Repetir 1000 veces que el aborto es un derecho no lo convierte en tal. Se debe de demostrar que existe derecho a matar y que se ordenamiento en una sociedad será aceptado por todos, para dar paso a su finañlización, pues va de manera directa contra el pacto más básico de las personas para vivir gregariamente.
Si hay derecho a matar a un nonato que está en mi vientre porque simplemente no lo quiero o deseo, a la larga o a la corta, ¿qué hace de diferente adoptar el derecho a matar al que me estorba en el tráfico, en el trabajo, en mi camino en la calle?
Por ello decía Santa Teresa de Calcuta, la Madre Terresa, cuando recibio el Premio Nóbel de la Paz en 1979, que el aborto era la mayor amenaza a la paz (1). Voz profética que vemos casi cristalizada en un excenario de guerra global, donde parece que el objetivo es acabar sin miramientos con millones de vidas humanas.
En un no muy lejano artículo publicado en el nada ortodoxo ni conservador, ni ultraderechista periódico El País de España, el periodista Ignazio Fariza se dedicó a describir la terrible situación del invierno demográfico que se cierne sobre el mundo (2)
¿Y en qué piensan estos legisladores cuando votan sin mayor discusión ni análsis estas despenalizaciones? ¿Cuáles creen serán las consecuencias para México de miles de muertos antes de nacer? Si duda una de las más inmediatas es aceleraer el proceso de ingreso al invierno demográfico del país, con todos los males que ello trae aparejado.
Y peor aún, en un contexto salvaje de muertos y desaparecidos por la ola de violencia que parece imparable en todo el país, que parecen ignorar estas personas que legislan sin mayor razón ni soporte crítico ni de información (como si no hubiera incluso temas más graves y urgentes sobre los que legislar).
¿Qué tendrán en la cabeza y en el corazón estas personas que tan alegremente votan esto y lo quieren presumir como un avance cuanto es todo lo contrario? Parecen ignorar que el aborto y el infanticidio (que es lo que sigue, además de la eutanasia) eran comunes ya en la antigua Roma.
Y llegada una nueva era y civilización acabó con la barbarie pagana a la que nos regresan estas personas de la manera más burda y manipuladora: Querer hacer aparecer como bien y progreso todo lo contrario.
¿Cinismo, ignorancia, mala fe? Quizá haya de todo, pero sí hay algo que no se olvidará: legislar contra las mayorías y las creencias de los mexicanos de bien, que están hartos de la muerte y celebran la vida de un bebé en camino.
Porque estas legislaciones eso hacen: agregan muerte a más muerte. Solo eso.
(1) https://youtu.be/aKLS-4xiSCA?si=By-FzisjBcbs4m0X
(2) https://elpais.com/economia/negocios/2023-07-29/el-invierno-demografico-amenaza-la-economia-mundial.html
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