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IV.
UN
EJÉRCITO INOPERANTE
¡Hola Matías! Te saludo
con gusto. Hoy tocaré otro asunto que se ha comentado mucho en este mismo
sexenio.
Resulta que el actual
presidente indicó en su campaña que iba a mandar al Ejército al cuartel (y así
reducir la violencia según esto derivada de su presencia en las calles) y que
en 6 meses se verían los resultados, pues había que trabajar en las razones de
la violencia (corrupción y pobreza según su pobre diagnóstico).
Y bueno, resulto que no
solo no mandó el Ejército a los cuarteles, sino que les encargó construir un
aeropuerto (el famoso y no querido Felipe Ángeles) y todo tipo de obras, además
de hasta darles la administración de las aduanas.
Todo, menos concentrados
en lo suyo, y con la vieja apuesta de que un cártel, en este sexenio el Cártel
de Sinaloa, dominara al resto de los cárteles y grupos criminales y los aplacara,
resultó ser el sexenio más violento de la historia (más de 180 mil al momento)
y con más desaparecidos (más de 45 mil).
Algunos hablan de que
México es una tumba, y más cuando se agregan los muertos por el COVID-19, por
el aborto (ampliamente creciente en este sexenio), etc. Y creo que tienen
razón.
La cultura de la muerte
campea ampliamente y la gente se ha acostumbrado a ello. Pero de eso te hablaré
en una siguiente carta.
Retomando con lo que
venía, entonces el ejército se ha vuelto inoperante, pues como la idea original
era la vieja idea de que un pacto con el supuesto grupo criminal más fuerte
bastaba para opacar o controlar al resto, la cosa no funcionó.
Y ocurrió que surgieron o
se fortalecieron grupos criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación
(CJNG), que han extendido sus dominios ampliamente en el país, sin una
posibilidad de ser controlado, debilitado, menos eliminado por el propio
ejército mexicano, que se envuelto en todo tipo de sospechas de connivencia con
grupos criminales (hay videos donde se les ve dejando pasar por cuarteles,
carreteras, poniendo tomas clandestinas, a grupos de delincuentes armados).
Así las cosas, la
colaboración con los estadounidenses se ha reducido notablemente en aquello del
combate conjunto a las estructuras criminales, pues ya no se comparte
información tan fácilmente entre ambos países como lo era en otros sexenios.
La Marina, por ejemplo,
que tenía mayor protagonismo en sexenios anteriores, se ha visto en la misma
situación: Se le encargó la vigilancia del Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México (AICM) -y así otros encargos adicionales-, debilitando su
acción operativa concreta como fuerza armada, quizá la única capaz de poder
realizar efectivos operativos de alto calado como lo fue en su momento la
captura del Chapo Guzmán.
En fin, todos estos temas,
de cada carta, dan para mucho más, pero por ahora quizá baste esto para
entender un poco más lo que sucede en este país.
¡Fuerte abrazo!
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