Nota: Como dijimos hace días, México terció ante los criminales y optó por apoyarles votando a una mera Administradora. Seguimos la explicación de vasios asuntos de un tema harto complejo a nuestro buen Matías...
Imagen: https://www.caminoalandar.org/post/memoria-por-quienes-cayeron-luchando-estos-son-los-72-activistas-asesinados-en-2022-en-m%C3%A9xico
¡Hola Matías! Esta es mi penúltima carta. Espero que se hayan despejado tus dudas con todas las anteriores. No se puede contar todo en una docena de cartas, pero por lo menos darte las generalidades del panorama, para que veas que todo esto es complejo en un país de 130 millones de habitantes, uno de los más poblados del planeta, donde la diversidad de todo tipo, cultural, lingüística, geográfica, etc. se da de manera semejante a Brasil, por poner el ejemplo más cercano.
Bien: Con el paso del
tiempo y la acumulación de todo tipo de ilícitos e injusticias, comenzó a
desarrollarse una generación de periodistas valientes que querían ir más allá
de las historias oficiales. Allí los cruzaron los criminales (por supuesto
interesados en que todo quede oculto y nada salga a la luz) y muchos de ellos
han sido muertos (solo 47 en lo que va del sexenio actual hasta enero de este
año), heridos, o han sido amenazados de muerte o de meterse con sus familias. Estos
han sido actores capitales a la hora de dar a saber historias que de otro modo
no se podrían conocer.
Allí surgieron grupos de
buscadoras en general, o sea mujeres que buscan a sus hijos, maridos, etc., y
se han vuelto activistas de todas estas situaciones, constituyendo colectivos,
que son con frecuencia amenazados o estigmatizados también socialmente. Ha
tenido que haber muchos desaparecidos para dar paso a esta ola de colectivos,
apoyados por jóvenes en general, conscientes de lo tremendo de la desaparición
de una persona, y en general jóvenes.
Estos son los que han
logrado ¨sobrevivir¨ a los embates de todo tipo, incluido el hecho de que la
autoridad los deja solos con frecuencia, cuando debería de ser su chamba (=
trabajo) hacer esa labor de búsqueda.
Y también en este caso se
les han cruzado los criminales, matando o desapareciendo a varios de ellas.
Así, podríamos seguir con
otros tipos de activistas (defensores de campesinos, de tierras, de cursos de
agua), que sufren estos fenómenos de por un lado la indiferencia oficial, por
el otro un cierto apoyo popular, y en todo caso el hostigamiento criminal. En
otras palabras, se un activista en México puede ser muy peligroso en estos
campos que bordean la actividad criminal.
De todos modos, en ellos
está la esperanza de una reacción ante un status quo de violencia, injusticia e
indiferencia, esta última fortificada por aquello de que ¨mientras no me pase a
mí o a alguno de mis seres queridos …¨
Y bien, por aquí dejo esta
misiva, que daría mucho para escribir, y en la que no quiero entrar con
cuestiones muy concretas (como en las anteriores), para no poner en riesgo a
nadie en particular.
¡Fuerte abrazo, amigo!
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