domingo, abril 15, 2007

Comentario sobre el aborto

Comentarios sobre el Aborto


La cuestión del aborto tiene sólidos fundamentos científicos que no hacen más que avalar que se trata de la interrupción de la vida de un ser humano.

Podemos esgrimir varias razones, todas ellas demostradas científicamente, a saber:
El cigoto que es el óvulo fecundado es un nuevo ser que cuya información genética corresponde en una mitad a la información genética del padre y en la otra mitad corresponde a la información genética de la madre.
Es por esta razón que se equivocan aquellos que en “nombre de los derechos de la mujer” argumentan que la mujer tiene derecho a decidir lo que hace con su cuerpo. Es conveniente por tanto informar a estas personas que un cigoto concebido que después se llamará embrión y después de las ocho semanas de gestación tendrá el nombre de feto NO es el cuerpo de la mamá.

Procurando ser más explícita puedo decir que todas las células de un ser humano tienen la misma información genética, o patrimonio genético como también se denomina. Tanto las células de la piel como la de los intestinos como la del corazón y todos los tejidos tienen en su núcleo una misma información genética. Cuando es necesario sustituir una célula dañada o tener un aumento de células, es decir, cuando el cuerpo humano crece o cuando reemplaza células muertas o dañadas lo hace mediante un proceso de división celular denominado mitosis, este proceso da lugar a dos células hijas que portan la misma información que las célula madre y son idénticas a ella en el número de cromosomas que son bastoncillos que están compuesto por los genes. El número normal de cromosomas en la especie humana es de 46. Cuando se realiza la mitosis el número de cromosomas de las células hijas es 46. Recalco de nuevo que todas las células de un ser humano en particular tienen la misma información contenida en sus genes, es decir tienen el mismo genotipo.

El cigoto, denominado posteriormente embrión, no se forma de la misma manera que las células sómaticas (que así se denominan el resto de células del cuerpo). Las células que van a dar origen al nuevo ser humano se denominan células germinales que en el varón van a dar origen al espermatozoide y en la mujer van a dar origen al óvulo, éstas células experimentan un proceso diferente a la mitosis, es decir al proceso mediante el cual se elaboran las otras células del organismo.
El proceso mediante el cual las células germinales llegan a ser espermatozoide y óvulo se denomina meiosis, al final de la meiosis el espermatozoide y el óvulo NO cuentan con los 46 cromosomas de la especie humana, sino que el óvulo cuenta con 23 cromosomas y el espermatozoide cuenta con 23 cromosomas, y esto hace precisamente que cuando se unan óvulo y espermatozoide se complete el número normal de la especie humana, es decir los 46 cromosomas. En la fecundación, concepción o fecundación (cualquiera de los tres términos es correcto) ocurre la unión de los 23 cromosomas provenientes del pronúcleo del óvulo con los 23 cromosomas provenientes del pronúcleo del espermatozoide para formar el núcleo de 46 cromosomas del nuevo ser (antes de unirse los pronúcleos se denominaban y eran los núcleos del óvulo y del espermatozoide). Por tanto el nuevo ser NO pertenece al cuerpo de la mamá porque NO tiene la misma información genética, tan no es su cuerpo que después de los nueve meses de gestación tiene que salir de ese cuerpo que le dio albergue para crecer y la mitad de su información genética. Si el cigoto perteneciera al cuerpo de la mujer tendría su misma información genética.

La vida empieza con la fecundación. Una vez que se fusionan el óvulo y el espermatozoide ocurre la activación metabólica del óvulo, de acuerdo a los últimos estudios dentro del óvulo se produce una rápida intensificación de la respiración y del metabolismo del óvulo iniciada posiblemente por la liberación temprana del Calcio desde los reservorios internos, se cree que en el hombre pudiera suceder como en otras especies, donde esta liberación del Ca++ da paso a un intercambio de Na+ extracelular por H+ intracelular , lo cual produce una elevación del pH intracelular que precede al aumento del metabolismo oxidativo, la fecundación finaliza con el desarrollo y fusión de los pronúcleos masculino y femenino para formar el núcleo del cigoto, a partir de este momento comienza el desarrollo y la diferenciación del cigoto, este proceso vital sólo finalizará con la muerte de la persona.

Resumiendo: la entrada del espermatozoide cambia las condiciones internas del óvulo para lograr la fusión de los dos pronúcleos, el masculino y el femenino que ya juntos completan el número de cromosomas del nuevo individuo. Es con la formación del núcleo del cigoto que comienza la vida de este nuevo ser.
El proceso de fertilización requiere normalmente un día, y ocurre en el tercio distal de la trompa de Falopio.

El desarrollo del nuevo ser humano ocurre de la siguiente manera (me voy a referir sólo a las primeras 14 semanas puesto que es el objeto de la discusión actual).
Como vemos al óvulo recién fecundado y que ha comenzado su proceso vital se le denomina cigoto. Cigoto pues es el primer nombre con el que se le denomina al ser humano, aunque en el cigoto también se encuentra la información con la que se desarrollará la placenta.
Mientras recorre la trompa de Falopio hasta llegar al útero al producto de la fecundación se le denomina mórula, al cuarto día ya existe una diferenciación de lo que será la placenta y el embrión, al quinto día esta diferenciación es mayor denominándose blastocisto. El blastocisto mientras flota libremente en el útero recibe su alimentación de las secreciones de las glándulas uterinas. Para el sexto día comienza la implantación en el endometrio (que es la parte interna del útero) que se encuentra ya preparada para recibir al nuevo ser, la introducción total del blastocisto en el endometrio ocurre el día 10. Un día antes, el día 9 aparecen en el trofoblasto (es decir la placenta en su forma primitiva) espacios aislados en los cuales la sangre materna y las secreciones glandulares del endometrio comienzan a circular.

Los días 11 y 12 los espacios en los que circula la sangre materna forman redes, estableciéndose así la circulación uteroplacentaria más primitiva. Para el día 14 ya es posible observar el sitio que corresponderá a la boca y a la cabeza y aquél que será el de los pies (eje craneocaudal del embrión). Para estas fechas el embrioblasto del blastocisto ya recibe el nombre de embrión, este nombre el que tendrá hasta la octava semana a partir de la fecundación.
Entre los días 17 y 18 ya tenemos la forma más rudimentaria del sistema nervioso central.
La formación de los vasos sanguíneos da inicio en los días 16 y 17 comenzando su desarrollo los días 18 y 19. Entre los días 21 y 22 el corazón comienza a latir y la sangre comienza a circular en el ser humano.
Cabe hacer notar que cuando falta la primera menstruación el nuevo ser ya tiene 14 días de vida. Los laboratorios normalmente detectan el embarazo de una mujer a partir de los 21 días de vida, es decir, cuando la mujer puede saber que está embarazada ya el corazón de su hijo comenzó a latir.

El día 22 se forman también los surcos ópticos, el día 24 se forman las vesículas ópticas, que es la forma más primitiva de los ojos, el día 26 se aparece la forma más primitiva del oído.

Para el día 26 ya está el esbozo de los miembros superiores y el día 28 el de los miembros inferiores, para este mismo día ya están en su forma más rudimentaria el esófago, la faringe y el hígado. Para el día 33 ya hay evidencia de hemisferios cerebrales (5ª semana).
Entre la 5ª y 6ª semana la glándula tiroides empieza a descender hacia la superficie anterior de la tráquea que se está desarrollando. También para estas semanas ya tenemos los ojos.
Para la 8ª semana la aorta ya tiene su forma definitiva.
Para el día 51 (en la octava semana) los brazos se doblan en los codos y los dedos de las manos son visibles. A partir de esta semana al bebé se le denomina feto.

En la 9ª semana la hipófisis (que se encuentra en el cerebro) ya comienza a secretar hormonas como la gonadotropina y la corteza suprarrenal también ya produce hormonas como los corticoesteroides.

En la 10ª semana aparecen las uñas de los dedos de las manos, la hipófisis secreta prolactina y el hígado secreta bilis.
En la semana 11 el feto excreta orina hacia el líquido amniótico y la musculatura del estómago se puede contraer.
Para la 12ª semana la cabeza está erecta, el cuello está casi recto y bien definido, el oído externo adopta su forma y se ha desplazado a su posición definitiva en la cabeza, el feto deglute líquido amniótico y puede responder a la estimulación de piel. Es decir ya tiene sensibilidad.

Se está tratando de aprobar el aborto hasta antes de la semana 14, pero vemos que ya antes de esta semana el feto ya tiene sensibilidad. El método más utilizado de aborto es el método de succión o aspiración que corresponde al 85% de los abortos que se llevan a cabo en los Estados Unidos, no tengo las cifras en México. Este método es utilizado hasta la semana 12, lo que se realiza es insertar en el útero un tubo hueco que tiene un borde afiliado, y luego una fuerte succión despedaza al feto, los miembros despedazados se colocan en un recipiente.

Otro método muy utilizado es el de Dilatación y curetaje, este método se utiliza entre las semanas 12 y 14, como el bebé ya está demasiado grande para ser extraído por succión, se utiliza una cureta o cucharilla con la cual se realiza un raspado dentro del útero de la mujer.

En cuanto a la sensibilidad y los movimientos podemos decir que los reflejos primitivos se pueden suscitar por primera vez en la sexta semana, cuando al tocar la piel peribucal con una fina cerda se produce una flexión del cuello. Durante las siguientes 6 a 8 semanas, la región de la piel sensible a la estimulación táctil (es decir cuando se toca) se extiende desde la cara hasta las palmas de las manos y la pare superior del tórax. A las 12 semanas, toda la superficie corporal, salvo la espalda y la parte superior de la cabeza muestra sensibilidad. Los movimientos espontáneos no coordinados empiezan cuando el embrión tiene un poco más de 7 semanas (2).

Hablando sobre las repercusiones psicológicas del aborto existen artículos publicados. De estos artículos mencionaré en primer término el artículo “Revelan riesgo tras aborto” y se encuentra en las bibliotecas médicas digitales de las universidades de esta ciudad, el artículo también apareció en el periódico Reforma el 21 de marzo del presente año.
Los datos provienen de los finlandeses que encontraron que las mujeres que abortan tienen un 76% más probabilidades de morir en el año después del aborto comparadas con las mujeres no embarazadas. Asimismo, comparadas con las mueres que llevan el embarazo a término, las mujeres que abortan tienen 3.5 veces más probabilidades de morir en el período de un año.

Por otro lado se encontró que el riesgo de muerte por suicidio en el transcurso de un año después de un aborto era más de 7 veces más alto que el riesgo de suicidio en el espacio de un año del parto.

También dentro de los datos del artículo se encontró que de las 281 mujeres que fallecieron en el período de un año después de su último embarazo, 27 fallecieron por suicidio (5).

Existe un estudio que quizá sea el estudio más grande en su género realizado por el Dr. David Fergusson en Nueva Zelanda, este estudio fue realizado a mujeres entre lo 15 y 25 años y fue publicado por el Journal of Child Psychology and Psychiatry. El doctor Fergusson encontró que las mujeres que abortaron tenían un 78.6% de oportunidad de experimentar una depresión importante contra un 35.7% de las mujeres que tuvieron su bebé; en cuanto a la ansiedad se encontró una cifra de un 64.3% de oportunidad de experimentar ansiedad contra un 23% de las que tuvieron a su bebé; las ideas de suicidio sucedieron en un 50% de las mujeres que abortaron, contra un 25% de aquellas que tuvieron a su bebé.
Por lo que Joseph D’Agostino (vicepresidente de comunicaciones del Instituto de Investigación Poblacional [www.popo.org] y editor contribuyente de la revista Human Events concluye que los activistas pro-aborto citan posibles daños psicológicos en las mujeres si éstas dan a luz a un niño no deseado, sin embargo la evidencia científica continúa acumulando pruebas contrarias, es decir: el aborto es más dañino psicológicamente que tener al bebé.
En el mismo artículo D’Agostino menciona que el reporte de diciembre de 2005 la South Dakota Task Force to Study Abortion dirigida por Gov. Mike Rounds cita a un experto diciendo que “la literatura sobre los efectos psicológicos del aborto realizados las últimas décadas indican que un mínimo de 10-20% de las mujeres experimentaron reacciones post aborto adversas y prolongadas. Esto se traduce en al menos 130 000 a 260 000 nuevos casos de problemas serios de salud mental cada año en Estados Unidos (3).

Existen Organismos No Gubernamentales aquí en Nuevo León que se ocupan de las mujeres que desean abortar, se tienen por ejemplo a Casa Mi Ángel en el centro de Monterrey y otro organismo que se denomina Vida y Familia. Estos organismos ayudan a la mujer proporcionándole asilo durante toda la gestación y proporcionándole también las consultas médicas prenatales y si su deseo es dar al bebé en adopción también se proporcionan las consultas legales. Todo esto con objeto de salvar la vida del bebé y evitarle un daño psicológico a la madre.

Algo que cabe señalar es que toda esta reflexión en torno a la preservación de la vida dentro del seno materno NO es una reflexión que comenzó con el inicio del cristianismo y por ende con la Iglesia Católica. La conclusión de no permitir el aborto viene de tiempo antes del nacimiento de Jesucristo, y es que el hombre aunque no haya conocido a Dios tal como lo conocen ahora las grandes religiones monoteístas, ya podían llegar a través de la reflexión a una conclusión a favor de la vida, es decir, ya tenían conciencia entre el bien y el mal. Aquí me estoy refiriendo sobre todo a Hipócrates, el padre de la medicina. Hipócrates nació en la isla de Cos, perteneciente a la Grecia actual; vivió entre los años 460 a 370 antes de Cristo, en esta época los griegos creían en sus dioses mitológicos que tenían grandes defectos similares a los de los humanos, podían sentir rencor, ser vengativos, ser infieles, ser vanidosos, entre otras cosas. Sin embargo, aún en este ambiente Hipócrates fue capaz de escribir en su Juramento Hipocrático (cito sus palabras): “No administraré a la mujer supositorios para provocarle aborto; mantendré puras mi vida y mi arte”.
Esto puede servirnos de reflexión en el momento actual…

Dra. Alicia Cachón Coello



Bibliografía


1, Cachón Coello A. (1995). La Anticoncepción: una aproximación médica y moral. Tesina no publicada, Instituto Internacional Gaudium et Spes de Brujas, Bélgica – Universidad Católica de Lille, Francia.
2. Carlson B.M. (2005). Embriología Humana y Biología del Desarrollo 3a edición (Peña Melián A., Pérez de Miguel J., Carretero González J., Mengual Poza E., de las Heras S. revisores). Madrid, España: Elsevier España.
3. D’Agostino J. (2006) Abortion Causes Massive Mental Health Problems. Human Events, 66, 21.
4. Hipócrates. Juramento Hipocrático.
5. Revelan riesgo tras aborto. (2007, marzo 21). Reforma p.4
6. Sadler, T. D. (2006). Langman’s Medical Embriology 10th edition. Baltimore, Maryland, USA: Lippincott Wiliams & Wilkins.