Sin duda los niños por nacer han sido los grandes olvidados de estas elecciones mexicanas. Apenas una mención tibia a la defensa de la vida desde la concepción de parte de la ex candidata oficialista. Esto ocurrió en el 2do debate de los presidenciables, cuando hablaron los candidatos de no criminalizar a las mujeres (=despenalizar el aborto) que tenían ‘lamentablemente’ que recurrir al aborto. Por supuesto que nadie lanzó la pregunta ¿y quién defiende a los niños no nacidos?
Y es que una cosa es discutir si se le da a una mujer una pena comunitaria en lugar de la cárcel, y otra cosa es decir que no pasa nada si aborta.
En el DF ni se tocó el tema. Mancera, el electo Jefe de Gobierno del DF dijo “Ni un paso atrás a los derechos de las mujeres”, con lo que elípticamente, en el lenguaje abortista, defendió el ‘derecho’ a abortar por parte de una mujer. Esto no solo es trágico, sino lamentable en el sentido en que varios millones de defeños se dicen católicos y muchos de ellos votaron por este candidato, sabiendo que no solo no iba a hacer atrás la aberrante legislación del 2007, sino que la iba a defender a capa y espada.
Lanzó también el guante de que “la agenda (política en el DF) la propongan las mujeres” y pues nadie salió a decir nada por los niños no nacidos que mueren en el DF a escalas mayores que las cifras de muertos de la llamada “guerra contra el narcotráfico” (se calculan 70 mil niños no nacidos asesinados desde abril de 2007).
En síntesis, la guerra contra los mexicanos no nacidos seguirá en el DF (y por tanto en México, porque allí se abortan niños de todo el país) sin que alguien diga algo en el campo político. Guerra cobarde y sangrienta en la que se convence a mujeres, a veces confundidas, que tienen derecho sobre su cuerpo, cuando en realidad están decidiendo por la muerte de otro cuerpo en desarrollo dentro del suyo.
Que eso es el aborto, mirado fría y objetivamente.
Dr. Daniel SanabriaCoordinador de la RPCM
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