martes, febrero 18, 2020

El deshumanismo o humanismo selectivo

Las rachas de muerte parecen ser epidémicas en esta sociedad que algunos dicen postmoderna, otros líquida, otros postcristiana.
Así, encabezando la lista está el aborto con cerca de 42 millones de muertes en 2019.
Lejanamente aparece la autoeliminación (suicidio), con unos 800 mil muertes al año, según la Organización Mundial para la Salud (https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide), en 2016.
Cerca de 600 mil muertes (2017) la provoca el consumo excesivo de drogas ilegales, una forma lenta de autoeliminación, con múltiples problemas añadidos (https://www.unodc.org/wdr2018/prelaunch/WDR18_ExSum_Spanish.pdf).
Hay cerca de 460 mil homicidios y cerca de 90 mil muertos por conflictos armados, según estadísticas de la ONU en por las muertes violentas, contabilidazos en 2017 (https://www.unodc.org/unodc/es/frontpage/2019/July/el-homicidio-causa-muchas-ms-muertes-que-los-conflictos-armados--segn-nuevo-estudio-de-la-unodc.html)
Cerca del 90% de estas muertes son provocadas por hombres y cerca del 20% son víctimas mujeres.
Esto, sin contar los numerosos intentos de muerte, tanto para propinársela a otros como a uno mismo.
Muchos han hablado de que con el incremento de la población del mundo, cada vez menor vale la vida de las personas individualmente hablando. Otros, sencillamente, apuestan a analizar las cosas con frialdad y tomar decisiones o adoptar discursos/narrativas espeluznantes.
Entre estas visiones que comienzan a normalizarse están las que refieren que los individuos que han cometido un delito, sencillamente no tienen ya nada que hacer en la sociedad, más si fue con violencia contra terceros (en ciertos países se les denominan "ratas")..
A nivel político se ha hablado de "cercos sanitarios"y no precisamente para enfermos como tal, sino para personas que piensan distinto.
Hay países en donde el querer cruzar una frontera ilegalmente les hace de por sí criminales, blanco del odio de otros.
Podríamos seguir, pero en realidad a lo que quiero llegar es que hoy campea entre nosotros el que llamaremos el deshumanismo o humanismo selectivo.
El deshumanismo supera al humanismo, no en el sentido que es mejor: Lo sustituye con la búsqueda de los mejores y la perfección de la máquina. Así, el robot es parte del nuevo paisaje. La Inteligencia Artificial (IA) llegó para sustituir persona ya no solo en operaciones laborales sino en funciones pensantes, reservadas  hasta ahora a los hombres.
El deshumanismo se abre paso en la humanidad de la mano de una especie de regreso a la selección, que más que natural es planificada. Los resultados están a la vista: Decenas de países con invierno demográfico (casos como España y Japón son sintomáticos), que amenaza a amplias poblaciones de ancianos.
Al fin y al cabo el deshumanismo es una filosofía que conlleva la selectividad, muchas veces generada en términos económicos.
¿Qué podemos hacer además de orar intensamente? Pues nuestras convicciones nos deben de llevar a defender la vida y la familia por encima de sus circunstancias. Su valor intrínseco es genuino en sí mismo.
Nos debe llevar a reanimar el humanismo como expresión fecunda del interés por el hombre y la mujer, como esenciales a al vida en este mundo.
Volver a la raíz es la necesidad más profunda del hombre, que se desliga y desarraiga, y fácilmente cae en las garras espantosas de muerte.
Optar por el alejamiento de Dios es la peor opción del deshumanismo. Solo llevará a la postrera aniquilación humana.
Urge desenmascarar al deshumanismo con careta de progreso, libertad e iluminación.
En ello irá nuestro futuro, aunque no queramos...

Imagen: Forum Libertas, https://www.forumlibertas.com/wp-content/uploads/2018/12/poblacion-600x337.jpg

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