La intolerancia de algunos "diversos"

Llama la atención la agresividad demostrada pasados días en Puebla hacia el llamado "Bus de la Libertad" de la organización profamilia y provida Hazte Oir, con pedradas, pintura, ponchadura de una llanta y hasta una "clausura" con una cinta amarilla que decía "prohibido". Esto, de parte de ciertos colectivos LGBTIIIQ, radicales por cierto, que no pueden ser identificados con el conjunto de personas o colectivos que están acordes a la ideología de género.

Que pueda haber protestas o demostraciones en contra de una iniciativa opositora a lo que uno piensa en estos asuntos, es dable, pues es parte del juego de una sociedad democrática. Lo que ya no cuadra es que quienes se declaran 'por la diversidad' e 'igualdad', al final consideren que otros no tienen derecho a decir lo que piensan ni manifestarlo abiertamente cuando se trata de una posición antagónica a la suya, con la vieja táctica de las etiquetas "homófobos", "transfóbicos", etc., lo que hace recordar a aquello de la "judería" de los nazis o a aquello de la "oligarquía" de los comunistas.
Queda claro entonces que hay que educar mucho en la libertad de expresión y tolerancia, partiendo del principio: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo", atribuido erróneamente a Voltaire (es de su biógrafa, la británica Evelyn Beatrice Hall).